jueves, 3 de febrero de 2011

1ra Tesalonicences 5.23

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 


Debemos permitir que nuestro Dios limpie nuestro corazón y mente. Luego estaremos preparados para cuando venga su hijo, Jesus.

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